viernes, 29 de octubre de 2010

Paladas de cal y arena entre las primeras decisiones de la COP10

En las primeras horas del plenario final de la cumbre sobre Biodivesidad de Nagoya, se han acordado algunos de los documentos menos polémicos de la Conferencia. En algún caso las Decisiones de las Partes han significado avances importantes mientras que en otras han significado grandes derrotas para la conservación de la biodiversidad.

Así, destacamos que se ha acordado impulsar la creación, a través de Naciones Unidas, de un órgano de seguimiento del estado de la biodiversidad equivalente al IPCC de cambio climático.

Por otro lado, Ecologistas en Acción se felicita del acuerdo alcanzado por todas las partes de la Convención, en relación a Biodiversidad y Cambio Climático. Por un lado, y en aplicación del principio de precaución, se establece una moratoria sobre los experimentos de geo-ingeniería, que pretenden modificar el clima con alteraciones biológicas o físico-químicas del medio a gran escala. Por otro, se reconoce la importancia del enfoque ecosistémico en la lucha contra el cambio climático (mitigación y adaptación).

Sobre áreas protegidas, los acuerdos resaltan la importancia de garantizar la conectividad entre ellas (en contraste con la realidad de España, donde el urbanismo y las infraestructuras están destruyendo la conectividad), así como integrar la gestión de las áreas protegidas en paisajes terrestres y/o marinos más amplios que incluyen el mosaico agroforestal. También se señala la importancia de establecer programas de seguimiento y monitorización para poder evaluar continuamente la eficacia de las áreas protegidas. Quedaría sin acordar, en cambio, el porcentaje global de espacios naturales protegidos que se fijará como meta del Plan Estratégico.

También ha habido un acuerdo sobre el pleno reconocimiento dentro de la Convención de la Diversidad Biológica de la Declaración de Naciones Unidas de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Esto, para Jaume Grau, representante de Ecologistas en Acción en Nagoya, “es un reconocimiento a unos de los colectivos, el de los pobladores indígenas de la mayor parte de países, que habitualmente han sido discriminados de la toma de decisiones cuando no directamente explotados y expoliados”.

En cambio, desde la organización ecologista se muestra una profunda decepción por el resultado de otros asuntos de gran calado en esta COP.

En relación a los biocombustibles, el texto final acordado es más débil incluso que el documento de referencia remitido por el órgano de asesoramiento científico-técnico de la Convención, el SBSTTA. Se pierde prácticamente la referencia al principio de precaución, y se convierte en un texto que a la práctica promociona los biocombustibles. Para Ecologistas en Acción, esto es un error tremendo con consecuencias tanto para la biodiversidad como para la seguridad alimentaria de los pueblos. Hay que recordar que, según estudios de la propia UE, para lograr el objetivo comunitario de cubrir con biocombustibles sólo el 12% del consumo de petróleo europeo habría que sembrar el 60% de la superficie cultivable de todo el continente. Las cifras hablan por si solas.

En referencia a biodiversidad y agricultura, Ecologistas en Acción también muestra un rechazo frontal al texto aprobado, en el cual se ignora la recomendación científica de establecer una moratoria sobre la liberación de Organismos Modificados Genéticamente al medio natural. La presión de la industria agroalimentaria de ciertos países (significativamente de Estados Unidos y Brasil) ha sido más fuerte que la comunidad científica, y en lugar de una moratoria sólo se ha acordado tener en cuenta el principio de precaución.

Por último, sigue sin acordarse una definición específica sobre bosques. Lo que parecería una cuestión semántica adquiere una enorme transcendencia ecológica y económica en el marco de la lucha contra el cambio climático. Hay que recordar que en el marco de las estrategias de mitigación del cambio climático, el mecanismo REDD financia a los “bosques” que capturen dióxido de carbono. Si se considera “bosque” una plantación artificial de eucaliptos (de rápido crecimiento), por ejemplo, se corre el riesgo de que se deforesten áreas enteras llenas de diversidad biológica para plantar árboles de crecimiento rápido recibiendo, además, dinero internacional por ello. Esto es inaceptable para Ecologistas en Acción, así como para la comunidad científica en su totalidad.

1 comentario:

  1. La mancomunidad de cooperativas ambientalistas del estado Bolivar, Tiene preparado ya 50 proyectos de recuperacion de areas afectadas por la mineria ilegal en la cuenca del rioa caroni. Con la consigna de Un millon de arboles sembrados en el 2012, pero requerimos financiemiento internacional para llevar a cabo dichos proyectos, en conjunto entre criollos y nuestros hermanos que viven en la cuenca.

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